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#saludentuemail: ¿Lácteos enteros o desnatados?
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“Los lácteos enteros tienen mucha más grasa y me subirán el colesterol”
“Tomar leche entera con el café hace que engorde, es mejor desnatada”
“Los lácteos enteros tienen mucha grasa”
A raíz de estas afirmaciones y varias preguntas estas semanas sobre estos temas, he visto necesario aclarar un poco todo este tema y sobre todo intentar resolver cualquier duda.
Los lácteos enteros son una gran fuente de proteína, calcio, fósforo, vitamina A, vitamina E y vitamina B12, además de grasas saturadas. Todo ello lo convierten en un aliado imprescindible en nuestra alimentación.
La “mala fama” de los lácteos enteros viene sobre todo debido a ese aporte de grasas saturadas que se ha relacionado siempre con grasas malas, y por otro lado a su aporte calórico ya que evidentemente debido a esa grasa nos aporta más calorías que los desnatados.
Pero…
Al eliminar la grasa, eliminamos gran parte de las vitaminas liposolubles A, D y E. Así como también una parte de sus minerales.
El poder saciante de los lácteos enteros es MAYOR que el de los lácteos desnatados, por tanto muchas veces nos hace consumir otro tipo de alimentos que no necesariamente van a ser buenos.
Cuando utilizamos lácteos desnatados muchas veces perdemos el sabor y se vuelven más insípidos lo que hace que se tienda a añadir azúcares externos.
Por tanto, si quieres llevar una alimentación saludable prioriza siempre lácteos enteros salvo que tengas algún problema o sigas una dieta específica. Y por supuesto, los niños siempre deben consumir lácteos enteros naturales.